lunes, 29 de octubre de 2012

VI DUATLON CROSS DE ELDA 28/10/12

Siguiendo con el circuito de duatlones cross, participamos con Victor en el duatlón cross de Elda.

En su línea habitual, Victor realizó una gran prueba, recuperando en el sector de la btt y la 2ª carrera a pie.


martes, 23 de octubre de 2012

ULTRA TRAIL SERRA DE MONTSANT 20/10/12

Juan Pablo y Evaristo, continuando con su impresionante temporada runner, acudieron hasta la localidad tarraconense de Cornudella de Montsant para la disputa del UTSM 2012.

Tras varios meses de preparación, carreras y mucha ilusión, consiguieron colarse en el top 20 en su primera participación en una carrera de estas características.

FELICIDADES CHICOS!! 


La crónica de Juan Pablo:
ULTRATRAIL SERRA DE MONTSANT (UTSM) 20-10-2012.

Son las 5:00am. y suena el despertador. Me quedo un momento en la cama pensando en lo que me deparará el día y me levanto para vestirme. Todo está preparado... la ropa, la mochila con todo lo necesario para los avituallamientos, la mochila para correr con la comida, el frontal, camiseta térmica, mallas pirata, cortaviento, el móvil,... todo lo necesario y que ya he repasado una y mil veces para no dejarme nada (serán cosas de la inexperiencia jejeje...).

Una vez vestido, me preparo el desayuno. Un buen vaso de leche, unas cuantas galletas de chocolate, y un par de tostadas con mantequilla y miel. Las vitaminas y para la calle, que me espera Evaristo para poner rumbo a Torreblanca, donde nos espera la otra parte de la expedición ( Jose y Ana).

Una vez los cuatro juntos, ahora si que si, para Cornudella de Montsant, donde después de un viaje tranquilo, nos plantamos en el sitio. Es momento de ir a por los dorsales y tomar el café de rigor. De ahí, nos vamos al coche y a prepararlo todo. Parece que no nos va a dar tiempo, ésto por aquí... ésto por allá... date prisa que no llegamos... ale, a por el último trámite antes de la salida, la revisión del material. Hay que ir a la parte de detrás de la salida, donde se han colocado unas vallas por las cuales hay que pasar y en unas mesas, los de la organización te piden que les enseñes parte del material para verificar que es correcto. Una vez todo en orden, ya estamos en el cajón de salida. Apenas faltan unos minutos para salir y los nervios ya son brotes de ansiedad. Sólo tengo ganas de que empiece la carrera, de echar a correr y quitarme todos esos nervios de encima, pero aún falta guardar un minuto de silencio por la mujer que falleció en el Ultra de Cavalls del Vent.

A todo ésto, el tiempo, que pintaba muy mal desde la hora de salida, respeta bastante, ya que está nublado pero con muchos claros. Vamos, que es más probable que salga el sol que que se ponga a llover.

Ahora si, empieza la carrera!!!... unos 400 participantes todos en masa corriendo por las calles de Cornudella de Montsant hasta que vamos saliendo del pueblo y, por un camino, comenzamos nuestro gran objetivo de los últimos tres meses.

Todo va muy bien, vamos al ritmo que toca, mucha gente por detrás y otra mucha por delante, pero poco a poco y siempre a nuestro ritmo, vamos adelantando Evaristo y yo a participantes... por un lado, por el otro, pedimos paso y nos dejan pasar sin ningún impedimento. Van pasando los kilómetros y se van dispersando los participantes. Llegamos a un punto de ida y vuelta y nos cruzamos con los que van primeros de la carrera (la única vez que los íbamos a ver jejeje...) y cada pocos kilómetros hay que fichar con el chip, una especie de llave que se introduce en un sensor y te va marcando los tiempos parciales.

El primer gran momento del día llega en el kilómetro 15 aproximádamente, donde después de un avituallamiento, en el que Jose y Ana están pendientes de ver que tal va la cosa y después de haber estado ya anteriormente en otro tramo de la carrera para vernos pasar, salen al tema un par de chistes y con los cuales llegamos a llorar de la risa. Imaginaros en medio de la carrera, con participantes alrededor nuestro y nosotros descojonándonos de risa. Pues no les quedaba otra que reirse de vernos a nosotros jejeje...

La carrera sigue su curso y, en los próximos 10-15 km. disfrutamos del tramo más espectacular de la carrera. El paisaje es impresionante. Vamos corriendo por zonas de mucha vegetación y por un pequeño acantilado. Enfrente, una gran montaña de roca y por abajo un pequeño río, el cual vamos bordeando durante muchos kilómetros y disfrutando del paisaje, que es para verlo.

Seguimos pasando controles y llegamos al kilómetro 39... personálmente comienzan los problemas. Evaristo está fresco como una rosa y transmite muy buenas sensaciones. Por mi parte, comienzo a notar pequeños avisos de calambres en los bastos internos de los cuádriceps, con lo cual, trato de cuidar y mimar en todo lo posible las piernas en las bajadas para que no se carguen más, pero se cargan más subiendo que bajando, donde parece que se desbloquean un poco. A pesar de las molestias, una cosa tengo muy clara en la cabeza, que aunque quedan muchos kilómetros, tengo que acabar la carrera. Me mentalizo y comienzo a pensar en toda la gente que me ha dado ánimos, que me ha apoyado, que se que están ahí y son muchos/as, también en mi compañero Evaristo, no le puedo fallar, no lo puedo dejar sólo, tenemos que acabar los dos y así será (también porque Jose me ha dicho que si no se acaba no me lleva de vuelta a casa jejeje...) y sobre todo, pienso en esa gente a la que le he comentado que iba a correr un Ultra (muchos no sabían ni lo que era un Ultra) y que me decían que estaba loco. No les puedo dar la razón, no puedo ver como me dicen: lo ves, te lo decía, no podrías hacerlo. Así es que a seguir devorando kilómetros y a pensar en otra cosa que no fuesen esas pequeñas molestias.

A los pocos kilómetros comienza a llover. Se veía venir, hace ya unos cuantos kilómetros que se estaba cerrando el cielo y la amenaza de agua se hace inminente hasta que hace acto de presencia... y de que manera. Aquí, cuando llueve, la dejan caer pero bien. De todas formas, estamos mentalizados de que nos vamos a mojar y no es ningún problema para nosotros, así es que seguimos nuestro camino, con nuestras charlas y nuestras historias para mantenernos entretenidos y no pensar mucho en los kilómetros que nos quedan aún por recorrer.

Kilómetro 52, aquí llega otro gran momento del día... avituallamiento sólido. Llegamos al pueblo y pasamos primero por el control. Nos dicen que vamos 13º y 14º de la carrera y flipamos en colores. Entramos en el bar donde estaba montado el avituallamiento y no se oye mucho jaleo. Entramos por la puerta y aquello estaba lleno de gente, la cual al vernos entrar, comienzan a aplaudir y a animar. IMPRESIONANTE... no hay palabras para describir la sensación que se vive en ese momento. Todos mojado, la ropa empapada, y llegamos allí y toda aquella gente aplaudiendo como si fueses alguien importante. Nos cambiamos de ropa primero para no coger frío y cogemos el taper de pasta, bebemos coca cola ( me acuerdo de los consejos de Víctor Bernad de beber coca cola en los controles, importante), cojo un plátano y me siento a comer en una silla y a estirar las piernas. Jose se encarga de llenarnos las botellas de agua y de sales. La verdad es que con éste tío no nos falta de nada, es un crack.

Después de haber comido y descansado unos 15 min. salimos del bar entre aplausos otra vez y comenzamos caminando un rato para que las piernas no se bloqueen después de haber parado tras más de 50 kilómetros. A los pocos cientos de metros, empezamos a correr. Descolocados en cuanto a posición de carrera se trata, ya que en el avituallamiento éramos unos cuantos participantes, pero eso nos da igual, nuestro objetivo sigue siendo el de marcar nuestro ritmo y poder llegar a la meta.

La comida comienza a hacer efecto y llega ese subidón de energía y de ganas de seguir corriendo. La lluvia es intermitente pero siempre está presente, aunque como ya he dicho anteriormente, no es impedimento para que sigamos disfrutando de la carrera.Hasta éste punto de la carrera nuestro objetivo era el de llegar en las mejores condiciones posibles al avituallamiento del kilómetro 52, pero ahora la cosa cambia, nuestros objetivos son más a corto plazo, hay que ir descontando kilómetros de diez en diez, así es que, siguiente objetivo llegar al kilómetro 60!!!...

Objetivo cumplido. A pesar de las molestias, voy aguantando bastante bien y no van a más (tampoco a menos, pero bueno, ahí están), pasamos por el control y una subida fuerte. Alternamos el correr con el caminar para no cargar mucho las piernas y, poco a poco nos hacemos con la subida, una pista ancha y sin mucha pendiente, pero que no deja de subir. Una vez arriba, toca bajar... vamos comentando que está muy bien la bajada, pista ancha y sin mucha pendiente, con lo cual, perfecto para recuperar y hacer kilómetros rápido, pero... al rato de ir bajando nos preguntamos el uno al otro por las balizas y coincidimos en que ninguno las hemos visto desde hace un rato. Decidimos bajar un poco más para ver si vemos alguna, pero... nos hemos salido del recorrido. Ala, vuelta atrás... a subir todo lo que habíamos bajado hasta que al coronar otra vez la montaña, vemos que hay un desvío y que la bajada en una senda bastante técnica, con lo cual, nada de correr mucho y mirar bien donde pisar, ya que el terreno está muy húmedo y blando y resbalar es lo más fácil.

Otro objetivo!!!... kilómetro 70. Al ser objetivos más cortos, pasan más rápidos los kilómetros. A éstas alturas, la lluvia forma ya parte de nosotros. Nos cae agua por todas partes, acompañada fuertes rachas de viento, el cual dificulta aún más si cabe la carrera, pero no nos vamos a detener, hay que acabar y se va ha acabar. En éstos kilómetros siguientes es donde Evaristo se viene un poco abajo. Le llega el bajón, pero es muy breve, apenas le hace efecto la comida que empieza a comer cuando ve que está flojeando un poco. Ya no ha vuelto a desfallecer hasta la meta. Ojito con el carrerón del amigo!!!...

En el kilómetro 80 otro momentazo. Otro avituallamiento sólido y, como no, otra maravillosa ovación que sabe a gloria y que te llena los depósitos de moral a tope para poder afrontar los kilómetros finales.Allí están también, como no puede ser de otra forma, nuestros fieles escuderos Jose y Ana, todo el día al pie del cañón y a quienes les hemos de agradecer una y otra vez su magnífica labor de equipo, porque forman una parte muy importante del equipo. Cae tanta agua que decidimos no cambiarnos de ropa, para que???... es tontería, si nada más salir de allí nos vamos a quedar igual que estamos. Así es que comemos, bebemos coca cola y, llenos de ganas, ilusión y mucha fatiga, salimos para devorar los últimos 21 kilómetros. Sólo nos queda una media maratón... eso está hecho!!!... VAMOSSSSSSSS!!!...

Salimos con la moral por las nubes, de hecho, al poco de salir adelantamos a dos participantes que habían salido antes que nosotros del avituallamiento. Ahora nos viene una de las partes más duras de la carrera, por los muchos kilómetros de carrera que ya llevamos, pero sobre todo por la dureza del recorrido. Una subida larga y dura, y por si fuese poco, con mucha agua (tanto del cielo como la que ya hay acumulada en el camino, que parece que estemos dentro de un charco en todo momento).

11 kilómetros... eso es lo que nos separa de nuestro objetivo. Que son 11 kilómetros después de estar todo el día corriendo???... lo que pasa es que los esfuerzos se van acumulando y, aunque las ganas son muchas, el cuerpo ya te está diciendo que te estás pasando de los límites. Las molestias en los cuádriceps de los últimos kilómetros se convierten en calambres en toda regla. Me duele todo, las caderas, los trapecios, el dedo gordo del pié izquierdo, los hombros,... es una sensación de agotamiento general, pero... ahí está nuestro cuerpo, creemos que nos conocemos perféctamente, que sabemos donde están nuestros límites, pero ni mucho menos. Nuestro cuerpo es más que todas esas sensaciones, nuestro cuerpo es una máquina perféctamente diseñada para superar cualquier adversidad, y su cuartel general, su base de datos está en nuestra cabeza. En ese momento la mía se pone a funcionar a toda máquina, comienza a lanzarme imágenes de mis hijos, mi mujer, mis amigos, de toda esa gente que está ahí detrás, comienza a bombardearme con información positiva, me está diciendo que siga, que luche, que no me detenga ante nadie ni ante nada, que tengo un objetivo y que lo tengo que cumplir, que es el momento de demostrarme a mí mismo primero y al resto de personas después de que si, de que soy capaz y de que lo voy a lograr. Yo he venido aquí para terminar, para cumplir un objetivo, he entrenado mucho y muy duro para acabar ésta carrera, así es que, por muchas trabas que me ponga parte de mi cuerpo, está la otra parte para traspasar esas barreras.

Este es un momento clave, con todo el dolor, los calambres, la fatiga, el stres de estar todo el día corriendo, el ver que cae la noche para endurecer un poquito más si cabe la carrera, la cabeza sólo piensa una cosa, HAY QUE ACABAR. Y con ese único pensamiento y la magnífica compañía de mi compañero, amigo y cási hermano Evaristo Rambla Alonso, nos encomendamos el uno al otro para tratar de disfrutar de esos ultimos kilómetros, de saber que ya se está acabando, de que lo tenemos ahí mísmo. Cuantos madrugones, cuantas salidas por la montaña para hacer horas, tienen que tener su recompensa, así es que más unidos que nunca vamos consumiendo lentamente esos pocos kilómetros que nos quedan, en la oscuridad de la noche, entre las montañas del Priorat, con la única compañía de los frontales y de tenernos el uno al otro para darnos esos últimos ánimos.

Y ahí está, Cornudella de Montsant. Después de 11 horas y media aproximádamente, volvemos al punto de partida, completamos nuestro primer Utratrail. Entramos al pueblo por donde habíamos salido por la mañana, callejeamos un poco y, cogidos de la mano, encaramos la última recta. Es entonces cuando el grande de Evaristo me dice que se empieza a acalambrar (hay que joderse jajaja...). Llegamos al arco de meta y allí nos espera el último control. Ya lo habíamos hablado, ficharemos el control a la de tres y así fue, pero Evaristo está más fresco que yo y con mejores reflejos, así es que... me ha ganado jejeje...

Nada más acabar, nos fundimos en un gran abrazo, en el cual fusionamos todo lo vivido hoy, un momento que tampoco olvidaré nunca y que ya he tenido la suerte de poder compartir anteriormente. Enseguida vienen también a felicitarnos Jose y Ana. Estoy a puntito de soltar alguna lagrimilla, pero al final se queda en eso. Es en esos momentos cuando todo es maravilloso, cuando tienes la sensación de haber acabado algo que hace mucho tiempo que has empezado, de poner un punto y a parte en tu vida deportiva y seguir tu camino con nuevos retos. Es ese momento en el que te paras a pensar en ti mismo, en esa capacidad de sufrimiento que no sabes de donde ha salido pero que ahora sabes que está ahí, que va siempre contigo, que eres más completo de lo que lo eras antes, de que tienes ese poder que es la mente y que en momentos malos te hace salir de ellos con más facilidad de la que nos imaginamos, te das cuenta de que hasta ahora no conocías tu cuerpo como lo conoces ahora y que seguramente aún queda mucho por conocer. Cada persona somos un misterio para nosotros mismos.

Después de todo ésto, que no es poco, nos vamos a por las bolsas, nos dirigimos hacia un hostal (el refugio), donde nos podemos duchar y donde nos dan un plato de sopa, la cual acompañamos de una buena hamburguesa y una coca cola y, después de ir contando las mil y una batallitas de la carrera y de felicitar a los participantes con los que hemos ido coincidiendo a lo largo de la carrera, emprendemos el viaje de vuelta a casa. Primera parada en Torreblanca, donde se quedan Jose y Ana y después Evaristo me deja en la puerta de casa.

Una vez en casa, a eso de la 1:00 am. Isa se despierta y tras preguntarle por los peques, comienzo a contarle cosas de la carrera. Luego la dejo dormir y me pongo a sacar la ropa para lavar, guardar el material y recoger todo lo que he traído a casa. A pesar de estar tan cansado, no tengo sueño y me cuesta mucho dormirme. Ya me lo habían dicho, que después de un Ultra no eres capaz de dormir... y eso también es cosa de nuestra cabeza jejeje...

Bueno, ésto ha sido un ULTRATRAIL vivido por mi. Una experiencia que cambiará algunos aspectos de mi vida, aunque sigo y seguiré siendo el mismo jejeje...

Un saludo: Juan Pablo Quijada Silvestre.




DUATLON CROSS MOIXENT 6/10/12

Continuamos con la participación de Victor y Guillem en la liga de duatlones cross de la Comunidad Valenciana, con la participación en la prueba de Moixent.

Victor logró subir al podio como 3er clasificado ya que realizó una gran carrera, manteniéndose siempre en los primeros puestos de la carrera.

Guillem, por su parte, sufrió una desafortunada caida en el sector de la bicicleta que le obligará a dar por finalizada la temporada 2012.






XVIII DUATLON CROSS VILLA DE SANTA POLA 30/09/2012

Acudimos a Santa Pola con dos de nuestros integrantes, Victor y Guillem, que junto a Guillermo y Fran formaban el equipo por parte del club de triatlón "Evasión Castellón".

Tras varios años, el duatlon Cross de Santa Pola se ha convertido en todo un referente a nivel nacional y cada año cuenta con más participantes, muestra de ellos son los 1700 duatletas inscritos en esta edición.

Victor realizó una gran carrera y logró clasificarse en 18º lugar. Por su parte, Guillem consiguió finalizar en la posición nº245.






viernes, 5 de octubre de 2012

VII MITJA MARATO l’ALCORA 29/09/2012

Juan Pablo participó el pasado 29/9 en la Mitja Marato de montaña celebrada en Alcora. En su preparación para la disputa del Ultra Trail del Monsant consiguió terminar en 8ª posición.



miércoles, 3 de octubre de 2012

XXVI CICLOTURISTA DEL MAESTRAZGO

Nuestro compañero Jose Tena acudió a participar en la en XXVI marcha cicloturista del Maestrazgo, con salida y llegada a la localidad de Cantavieja y que es famosa por las múltiples paradas que se realizan durante el recorrido neutralizado, donde se degusta la gastronomía típica de la zona. 

Una vez finalizado el tramo neutralizado, la marcha toma tiempos en la ascensión al puerto del Cuarto Pelao.